22 JUNE 2017 – LA VANGUARDIA (EUROPA PRESS)

Francis Bacon (Dublín, 1909-Madrid, 1992) sí dibujaba y, además, lo hacía prolíficamente y con maestría. Esta es la tesis que subyace a la exposición ‘Francis Bacon, La cuestión del dibujo’, que se podrá visitar hasta el próximo 15 de octubre en la sede de la Fundación Bancaja de València tras su reciente y “exitoso” paso por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Francis Bacon (Dublín, 1909-Madrid, 1992) sí dibujaba y, además, lo hacía prolíficamente y con maestría. Esta es la tesis que subyace a la exposición ‘Francis Bacon, La cuestión del dibujo’, que se podrá visitar hasta el próximo 15 de octubre en la sede de la Fundación Bancaja de València tras su reciente y “exitoso” paso por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Medio centenar de obras sobre papel pertenecientes a la colección de Cristiano Lovatelli Ravarino –periodista y amigo íntimo del pintor durante años– integran esta muestra, en la que están presentes “las obsesiones, la provocación y la melancolía” que caracterizaron la producción del creador irlandés, del que se cumple el 25 aniversario de su fallecimiento.

Así lo ha destacado el comisario de la selección, Fernando Castro, que ha presentado la muestra en una rueda de prensa acompañado por el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón; el presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid, Juan Miguel Hernández León; y el presidente de The Francis Bacon Collection, Umberto Guerini.

Castro ha señalado que la exposición revisa la “anomalía historiográfica” que durante años ha llevado a los especialistas a asegurar que Bacon tenía una imposibilidad para dibujar. “Yo mismo era de esa secta”, ha reconocido el comisario, que ha justificado esta convicción en una afirmación que realizó el propio autor en sus conversaciones con el crítico David Sylvester.

Por eso, le produjo tanta “sorpresa” descubrir la “intensidad artística” de las alrededor de 700 piezas que componen el legado de Bacon a Cristiano Lovatelli Ravarino, fechadas y firmadas por el pintor entre 1977 y 1992, ya que se trata de dibujos que “no son material preparatorio para cuadros, sino obras en sí mismas y, algunas de ellas, verdaderamente maestras”, ha aseverado.

De hecho, varias de las obras elegidas para la exhibición que ahora recala en València –realizadas con técnicas diversas como lápiz, collage o cera– tienen un formato y tamaño similar al de los cuadros y abordan temas recurrentes del artista.

Es el caso de la imagen del Papa Inocencio X, repetida en la trayectoria de Bacon y fruto de su absoluta fascinación por el retrato de Velázquez. Además de los dibujos de esta temática, en Bancaja se pueden admirar las cruxificiones, las figuras sentadas y los retratos y autorretratos.

“PARA PALADARES EXIGENTES”

Los dibujos son los mismos que se mostraron en Madrid pero a València llegan en una presentación diferente, con una disposición alternativa y fondos negros que acentúan el colorido de las piezas. Se trata, ha comentado Castro, de una presentación “para paladares exigentes” y que no quiere “apabullar” al espectador con un gran número de obras, sino subrayar la relevancia de algunas de ellas.

Las piezas de esta colección se expusieron por primera vez en 2009 en un acto paralelo de la Bienal de Venecia y desde entonces han visitado diversos espacios internacionales. Además, desde hace veinte años han sido sometidas a diversas pruebas y estudios, ya que se inició un proceso penal en el que Cristiano Lovatelli fue acusado de falsificación. Ese procedimiento acabó constatado la autenticidad de la firma y, posteriormente, la The Francis Bacon Collection ha continuado recabando y publicando testimonios y documentación.

En este sentido, Umberto Guerini ha justificado la polémica por recelos en cuanto a la incidencia que estas obras puedan tener en el precio de mercado de las obras de Bacon pero ha recalcado que el destino de la colección es permanecer unida y si, en alguna ocasión, se ha vendido era para hacer frente a gastos relacionados con su propio mantenimiento.

Por su parte, Rafael Alcón y Juan Miguel Hernández han coincidido en subrayar la colaboración que mantienen Fundación Bancaja y el Círculo de Bellas Artes de Madrid y han apuntado que este trabajo conjunto continuará en el futuro con el intercambio de exposiciones.

 

La Vanguardia